El Templo del Arcángel Miguel, situado en la localidad alicantina de Altea (España), fue el primer templo construido por la Iglesia Ortodoxa Rusa en el territorio español. Lo hizo siguiendo el estilo arquitectónico de las iglesias ortodoxas en la península ibérica, construidas con madera. Y es que todos los materiales empleados, incluso los trabajadores, son de origen ruso. La primera piedra de este edificio fue puesta el 21 de noviembre de 2002 por el obispo Miguel (Storogenko), pero no fue consagrada hasta el año 2007.