Los cuatros estudiantes becados por el Gabinete reflexionan sobre su experiencia en la expedición Tahina-Can
Ruth Alejandre, Arlene Orduña, del Máster en Periodismo de Viajes, y Vanessa Perales y Luis Rivera, del Máster Internacional de Comunicación y Educación, participaron como monitores en Tahina-Can 2012. Los estudiantes, provenientes de México, Perú y España, formaron parte de la expedición, que se dirigió este año rumbo a Marruecos. Todos ellos fueron beneficiados con las becas que ofrece el Gabinete de Comunicación y Educación para estudiantes de estos dos masters.
Este viaje constituyó para Luis "una experiencia profesional y personal. Salir de lo cotidiano y adentrarse en un mundo ajeno, en compañía de un equipo de trabajo dispuesto a volverlo tuyo y de ellos". Para Vanesa, por otra parte, fue además la posibilidad de "entender también los diferentes puntos de vista con que los integrantes del equipo viajaban y, al mismo tiempo, conocerme a mí."
Arlene valoró la experiencia como una "oportunidad de vivir un viaje con un enfoque educativo, de acercamiento a las nuevas generaciones dentro del periodismo y la comunicación, de conocer sus inquietudes y (...) compartir ideas y pensamientos con maestros y monitores de diferentes perfiles". Para Ruth, la expedición fue "un regalo en todos los sentidos: La oportunidad de aprender, conocer, crecer, preguntar (me), descubrir, compartir y sentir. Una invitación a seguir soñando..."
Sobre el impacto ha tenido Tahina-Can en la formación profesional de los estudiantes, Vanessa afirma que esta expedición significó "un espacio de trabajo diferente, en el que el contexto histórico espacial y cultural juega un rol definitivo en la creación de productos audiovisuales". Arlene tuvo la oportunidad de conocer "allí nuevas ideas, debates y opiniones de periodistas de diversas partes de España y de vivir una experiencia vital para producir nuevos contenidos como periodista de viajes.
Sobre el trabajo como monitores en la Expedición, esta labor les permitió "estar siempre en la "Jugada"", "disfrutar la visita al máximo", como afirma Luis; o poner en acción "todas las capacidades para que el expedicionario analice el entorno, trabaje con éste, utilice hábilmente las herramientas audiovisuales y genere productos relevantes", según Vanessa.
Ruth afirmó que como monitora se propuso sobre todo trasmitir pasión a sus compañeros: "Creer en uno mismo, ser positivo, tolerante, comprender y trabajar en grupo. Todo ello para llegar a un objetivo: aprender a ser excelentes comunicadores (de viajes)".
Los monitores ofrecieron también recomendaciones a los próximos expedicionarios de la expedición Tahina-Can. Vanessa propuso "adelantarse a lo que posiblemente vendrá: investigar sobre los lugares donde iremos, sus manifestaciones culturales, su visión, etc... para sacar el máximo de la experiencia. Luis y Arlene recomendaron otra perspectiva "No pensarlo, solo dejarse atrapar..." o "dejarse fluir por el nuevo terreno que tienen por conocer".
Sin embargo, todos estuvieron de acuerdo en que es imprescindible "la curiosidad y los cinco sentidos bien abiertos al mundo que nos da la bienvenida", como afirma Vanessa. En ese sentido, "no se debe llevar maleta de llantitas, sino mochila, y viajar ligeros en todos los sentidos posibles", según Arlene, "vivir una experiencia que se vuelva un experimento".
"Carpe Diem", concluye Ruth, "que como dice el proverbio árabe: Lo pasado ha huido, lo que esperas está ausente, pero el presente es tuyo.