El mayor problema de la educación en España es la inclusión social
Un reciente informe de Save the Children, Iluminando el futuro, revela que el mayor y más importante problema de la educación en España es la falta de inclusión social. Nuestro sistema educativo, pese a haber logrado el objetivo de la universalización, es incapaz de aminorar los efectos de la desigualdad social y el impacto de la pobreza infantil.
Si bien es cierto que el 100% de los niños menores de 16 años se encuentran escolarizados en España, también es cierto que el abandono temprano de la escuela, la repetición de cursos y la falta de obtención del título de graduado disminuyen drásticamente los beneficios de esa escolarización universal.
El sistema educativo parece funcionar aunque no lo hace bien. La escolarización no basta. Hoy podemos reconocer que la eficacia de un sistema educativo depende de otros muchos factores que se sitúan antes o más allá de las escuelas.
El contexto socioeconómico de las familias, la cantidad de gastos educativos ocultos y la atención y flexibilidad con que las familias se implican en los centros educativos son decisivos. Cuando se combinan estos tres mecanismos, se acelera la inducción hacia la pobreza educativa y, en consecuencia, aumenta el riesgo de exclusión social. Las políticas anticrisis puestas en marcha en España y en otros muchos países del mundo no han venido más que a agravar el fenómeno.