Los alumnos del Máster crean campañas para fomentar el voluntariado entre jóvenes y adultos mayores

Afiches, folletos, marquesinas, trípticos y maquetas de páginas web son algunos de los materiales elaborados por los alumnos del Taller de Campañas, realizado durante el Máster en Comunicación y Educación 2011 que organiza el Gabinete de Comunicación y Educación de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).

Los materiales se desarrollaron en el marco de dos campañas, una dirigida a jóvenes con el lema “No le des más vueltas” y otra para los adultos mayores con el lema “Alza tu voz. Soy voluntario”, centradas en la celebración del Año Europeo del Voluntariado 2011, con la finalidad de captar voluntarios con independencia de la ONG que se tratase.

Los resultados fueron presentados por los estudiantes ante un comité de expertos durante la clausura del Máster 2011. A juicio de la profesora Mireia Pi, el taller cumplió con el objetivo de desarrollar en los alumnos la “capacidad de concebir, dirigir y desarrollar proyectos en materia de comunicación y educación dentro de la sociedad compleja y global que nos ha tocado vivir”.

En el taller de campañas dirigidas a los adultos mayores participaron las estudiantes Leina Cai, Elizabeth Chiuyare Cervantes, Erika Donoso Naranjo, Luna Enciso Ortiz, Elisa Martínez Luaces, Rosa Rhenals Cárdenas y Mônica Pegurer Caprino, quien se desempeñó como coordinadora del grupo. En la elaboración del material gráfico colaboró la diseñadora Rosario Olarte.  En el taller de campaña de jóvenes participaron los alumnos Alejandro Martínez, Amalia Márquez, Andrea Terán, César Solís, Farid González, Gabriela Ahedo, Irina Balu, Miguel Santacoloma, Fabiola Munhoz y Tania Huidobro, ambas coordinadoras del grupo. En la maqueta de la página web colaboró la diseñadora Rosario Olarte, en el diseño del logotipo Daniel Paz Rodríguez y en los impresos Farid González.

Pero crear una campaña y echarla a andar es un proceso complejo que no se reduce en “tener una idea”, dice Mireia Pi. “Esta idea requiere desde una investigación preliminar del requerimiento y del entorno, una argumentación racional y emocional, buscar el eje de comunicación, saberlo trasladar, textual y visualmente, pensar qué medios utilizar, qué presupuesto se necesita y desarrollarlo en el tiempo disponible”, explica. Otra dificultad es la de “trasladar los conceptos teóricos de la educocomunicación a la práctica”, dice la profesora y agrega un tercer componente:  “La complejidad del trabajo en equipo, en el que deben colaborar personas de perfiles muy distintos, multidisciplinares,  y con ‘habilidades’ muy diferentes, además de tener cada uno sus orígenes culturales muy variados”.

Superados estos obstáculos, tanto la campaña dirigida a los adultos mayores como la de jóvenes tuvieron positivos resultados. Sobre la primera, la profesora destaca entre otros aspectos, el concepto, la argumentación y la línea gráfica trabajada por los alumnos. “El concepto (dar voz a las personas de la tercera edad –‘Alza tu voz’-, y el paso del individuo al grupo con ‘Dilo con nosotros’), su argumento principal (‘tienes mucho que dar’), así como su traslación en línea gráfica (alejándose de la gente mayor  como personas ‘inactivos’)   resulta una combinación convincente”. Por su parte, la campaña dirigida a captar voluntarios entre los jóvenes destaca porque, “basándose en los estudios, supieron captar perfectamente cuál era la barrera principal por la que los jóvenes no se hacían en voluntarios, y trasladaron el concepto de forma gráfica y textual perfectamente”. En ambos casos no sólo se ha valorado la campaña, sino el proceso de creación, el aprender a buscar presupuestos, prepararlos, planificarse el trabajo, saber presentarlo y saber defenderlo, explica Mireia Pi.

La experiencia de los estudiantes

El taller ha sido una experiencia positiva en todos los aspectos y que puede servir de base para otras iniciativas similares a desarrollar en los países de origen de cada alumno, dice Mônica Pegurer Caprino, estudiante coordinadora del grupo de adultos mayores. “Pudimos ver que no basta preocuparse sólo de la producción de los materiales  que llevan nuestros mensajes (sea el que sea el medio de comunicación elegido) si no sabemos a quién, cómo y dónde llegarán”, recalca.

Entre los aspectos más complejos de asumir durante el proyecto está la elaboración de un lema y la revisión y chequeo de todos los elementos gráficos creados por los alumnos. Pese a que el objetivo era el desarrollo de materiales impresos, este grupo introdujo materiales más innovadores como un lipdub o vídeo grabado en plano secuencia, con doblaje de una canción famosa.

Para los alumnos del Taller de Campaña para jóvenes, entre las enseñanzas del curso está el “compartir esta experiencia en un equipo con personas que teníamos puntos de vista distintos, ese puede ser un problema pero en nuestro caso fue como un motorcito que nos animaba a trabajar más para lograr acuerdos y compartir ideas”, dice Tania Huidobro, alumna coordinadora. Uno de los aspectos más complejos del proyecto fue invitar a los jóvenes y darles un mensaje positivo, pero “sin hacerlos sentir culpables de lo que acontece”, dice y destaca entre las innovaciones “el tratamiento que le dimos a las imágenes para crear conceptos o metáforas que se relacionaran con la vida cotidiana en relación con tomar una decisión que, en este caso, se refiere a convertirse en un voluntario”.

 

 

 

 

 

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