¡Oxígeno a la espiritualidad!: La apuesta cubana de los Korimakaos
La Ciénaga de Zapata, al sur de la provincia occidental de Matanzas en Cuba, acoge una institución cultural que cientos de personas que la visitan cada año califican de única de su tipo a nivel global; para muchos, "de las mejores experiencias en suelo cubano".
El Conjunto Artístico Comunitario Korimakao (que toma su nombre de los habitantes aborígenes de la región), comparte la filosofía de vivir con la casa a cuestas, en tanto su misión fundamental estriba en construir colectivamente vínculos dialogantes desde el arte con las comunidades asociadas, en aras de la transformación recíproca, y el mejoramiento de la calidad de vida integral.
Fundado por el reconocido actor cubano Manuel Porto y el guerrillero Faustino Pérez hace 23 años, este escenario sirve de espacio de confluencia para la formación de jóvenes humildes, muchos de los cuales se insertan por primera vez en el ámbito de la enseñanza artística profesional, aún muy elitista.
De las fronteras híbridas y los encargos de los educomunicadores
La Ciénaga de Zapata es un territorio con enormes atractivos ecológicos, históricos, turísticos y culturales. El trabajo en educación y comunicación demanda la conjugación de roles profesionales diversos, en un laboratorio social por excelencia y microrrepresentación de las dinámicas políticas, sociales, económicas, culturales, y comunicativas, muy particulares, de toda la nación. ¿Y no es acaso el arte un medio de comunicación social y educación por excelencia de los públicos comunitarios?
Así, entendemos que la tetralogía Arte, Comunicación, Educación y Comunidad tienen en común, que su sentido no se completa, hasta tanto sea compartido, enriquecido y devuelto por sus protagonistas esenciales: l@s otr@s.
Korimakao no es una escuela, pero genera estrictos procesos formativos en valores y humanismo hacia adentro y hacia afuera, irradiado hacia miles de personas que han formado parte de su proyecto. Tampoco es una casa, pero termina convirtiéndose en hogar de much@s y muy divers@s. Su batalla es también contra la alienación que deriva del aislamiento geográfico y comunicacional, por razones logísticas o de otra naturaleza.
Cuba se reconfigura en sus dinámicas socio-económicas, y este contexto inmediato, (bautizado como el Amazonas de Cuba por ser el menos desarrollado, densamente poblado y de mayor extensión territorial en el país), hace saber que ningún cambio factual o político será valedero sin el decisivo concurso de los esfuerzos educativo-comunicacionales.
Los Korimakaos sustentan su esencia de vida en la defensa a ultranza de un ideal: la construcción de otro tipo de relaciones entre los seres humanos, profundamente sustentadas en la equidad. Por ello, hay que salir siempre al escenario: ¡Con el corazón, muchachos!
El tránsito de la enunciación a la acción
El valor contrahegemónico de la propuesta radica en generar compromiso con un arte desacralizador de libre acceso que no se etiquete como elitista, populista, ni vulgar; más dado a problematizar, proponer nuevos horizontes, y cultivar el universo interior que a complacer gustos. Se ha de saber combinar el enriquecimiento espiritual y el acto lúdico y gratificador, con la capacidad de discernimiento crítico.
Durante estos casi tres años de experimentación en la inserción de un equipo para la gestión de los encargos comunicacionales, ha habido que luchar contra prejuicios, basados en la creencia de que el arte comunitario, casi siempre asumido con recursos materiales muy precarios, no es capaz de sustentar resultados creativos con alto rigor técnico-estético.
Se ha ido más allá y se ha desdicho el dogma, captando fondos solidarios para regentar grandes espectáculos, cuyo concepto de producción, por costoso, ha entrado en crisis en muchos circuitos "profesionales" del orbe. Los comunicadores hemos estado abocados con nuestro desempeño, a aliviar agudas tensiones que se mueven en la cuerda floja de los polos: individuo-institución, institución-comunidad, proyecto institucional-proyecto social.
Trozos de recompensa
En Korimakao hemos trabajado hasta conquistar un espacio co-gestionado de diálogo y toma de decisiones muy cercano a la máxima dirección institucional. Así, se ha apoyado el desarrollo de las prioridades de la organización, buscando hacerlas coincidir lo más posible con las necesidades e intereses de la disímil gama de trabajadores.
Hemos echado mano a nuestros austeros presupuestos personales para impulsar las tareas hasta tanto convencer de que se nos asigne una pequeña parte de los fondos estatales. Un gran valor ha sido el trabajo colaborativo en grandes equipos multidisciplinarios (comunicadores, psicólogos, informáticos, cientistas de la información, instructores de arte, arquitectos, etc.) dispersos por Cuba y parte del mundo. Hemos tejido una red de intercambio con entidades de la sociedad civil, la vida pública nacional, y múltiples universidades, para sacar ambas partes el mayor provecho recíproco de ese vínculo.
Consensuamos, a través del trabajo, las principales cualidades que había de tener un educomunicador para nuestro contexto: empatía, sensibilidad, altruismo, capacidad de leer el ambiente y generar alternativas resolutivas frente a él; y esencialmente, la coherencia, una de las más raras y excepcionales virtudes de la condición humana.
Los principales hallazgos...
Nuestro construir nos ha llevado a emprender misiones diversas, como el asesoramiento en temas de comunicación; la mediación de conflictos y manejo de crisis; la organización de eventos y trabajo protocolar; conducción de procesos de consulta pública, el debate grupal; la elaboración de productos educomunicativos; la atención a medios de comunicación y grupos foráneos; el apoyo a la producción artística; la investigación social en comunicación aplicada a la transformación; el fomento de la identidad institucional; entre otras.
Razones para la inconformidad y la búsqueda permanente
El primer reto antropológico es la convivencia por veinticuatro horas durante once meses del año, en interacción con nativos de las más diversas regiones de Cuba, sin descuidar la calidad y cualidad de los procesos creativos, con ánimos de integración armónica, en las manifestaciones de Música, Teatro, Danza, Artes Plásticas y Creación Audiovisual.
Otro desafío mayor se dibuja desde el espectro edu-comunicativo: el de construir puentes ético-estéticos auténticamente participativos y sostenibles, desde el discurso artístico, por, para, desde y con los habitantes de la localidad de Pálpite, más inmediatos, y el resto de los pobladores de las diecisiete otras comunidades islas que conforman la región.
Como lecciones incorporadas
Los híbridos y entramados constructos a que nos enfrentamos, demandan respuestas desde el pensamiento crítico, con lo cual hemos de tener claro el propósito edu-comunicativo, y para conquistarlo; desplegar procesos de trabajo en que combinemos todas las herramientas profesionales de utilidad, sin importar que provengan de la comunicación interpersonal, la psicología social, la pedagogía, el ámbito empresarial, la interacción con los medios, la comunicación en pos del desarrollo, o las relaciones internacionales.El aprendizaje de estas prácticas ha sido, que todo para lo que nos formamos en la academia, en calidad metodológica de compartimentos estancos, la vida real lo pone en crisis, y hemos de buscar soluciones dialécticas para problemas muy complejos.
Algunas pautas para soñar el futuro
Nos quedan sin embargo, muchas deudas con la gente a que nos debemos: elevar los sentidos de identidad y pertenencia; fomentar la integración entre áreas; reforzar los autoconceptos de comunidad; posicionar socialmente a Korimakao como un referente del arte comunitario a nivel nacional; generar mayores incentivos profesionales, personales y económicos para la permanencia; rescatar la memoria histórica; articular más estratégicamente la producción comunicativa con fines educativos; y lo más significativo: conseguir la participación decisoria de los involucrados como auténticos emisores-receptores, y la sustentabilidad económica e integral del ciclo de gestión.
La recontextualización del modelo comunicativo cubano, en consonancia con los derroteros del proyecto social, y a tenor de los cambios que vive el país; nos ofrece un marco de referencia. El camino identificado en nuestro caso, ha sido hacer evolucionar la actual estructura hacia la creación de un Centro Latinoamericano de Arte Comunitario (CLAC), con objetivos de diálogo intercultural.
Hemos sido compañeros, colegas, amigos, familia...; también, juntos, y hasta en la penuria necesaria del confrontar solitario, hemos sufrido enormes desengaños. Lo esencial, sin embargo, es que la idea a la que una vez apostamos colectivamente, más allá de los ires de unos y los venires de otros, sigue en pie y marcha hacia adelante. Me siento orgullosa de ser parte de ello, y de contribuir, con la socialización en síntesis de esta hermosa vivencia, en algo, a oxigenar, nuestra tantos ratos maltrecha ESPIRITUALIDAD.
Por: Gretel Rafuls, investigadora
Imágenes: Proyecto Korimakao