No hay libertad de prensa sin alfabetización mediática
Hoy tres de mayo, organizaciones de todo el mundo celebran el Día Mundial de la Libertad de Prensa, un tema que se considera fundamental en la construcción de la democracia y la defensa de los derechos humanos.
Hoy en día, sabemos que la libertad de expresión pasa por la integridad de los periodistas y las garantías para el ejercicio independiente de la información. Pero en un contexto donde los medios son parte de la vida cotidiana y las redes se convierten en un espacio ampliado de comunicación relativamente inclusivo, la capacidad de los usuarios para comprender los contenidos de los medios y realizar un uso crítico y creativo de los mismos se convierte en un valor fundamental para contribuir a la libertad de expresión, en un sentido más amplio. En este sentido, José Manuel Pérez Tornero, experto en Alfabetización Mediática, afirma que "No puede haber libertad de prensa sin alfabetización mediática".
La propia UNESCO reconoce la necesidad de la Alfabetización mediática para fomentar el empoderamiento de una ciudadanía participativa: "Hay una necesidad de asegurar que las voces de la juventud, empoderadas por la Alfabetización Mediática e Informacional, sean escuchadas en los debates sobre desarrollo." Así lo ha definido en una de las líneas en los que se centran las celebraciones del Día Mundial de la Libertad de Prensa este 2014: la importancia de los medios de comunicación en el desarrollo.
Otras dos líneas de trabajo para este año son la seguridad de los periodistas y el estado de derecho; y la sostenibilidad e integridad del periodismo.Para debatir sobre estas cuestiones, se celebrará una conferencia internacional en la sede de la UNESCO en París los días 5 y 6 de mayo. Igualmente, tendrá lugar allí la ceremonia anual de entrega del Premio Mundial de Libertad de Prensa UNESCO/Guillermo Cano el 2 de mayo.
Este mismo mes de mayo se celebrará en la propia sede de la UNESCO en París el Foro Europeo sobre Alfabetización mediática. El espacio inaugural del foro propone una reflexión en torno a un tema que se considera clave hoy: ante la emergencia de un entorno comunicativo nuevo, marcado por la penetración de Internet y los medios en casi todas las actividades de la vida en sociedades industrializadas, fortalecernos como ciudadanos en cuanto a la comprensión de los contenidos y el uso de los medios es la vía más sostenible para garantizar la libertad de expresión.